viernes, 19 de diciembre de 2008

Los peligros de la Historia

Sí, habeis leído bien el título: la Historia es algo peligroso. Igual que un cuchillo: depende de las manos en que se encuentre y del uso que se le dé, puede resultar dañina o no. Espero que considereis que en nuestras clases la Historia es empleada con buena intención, porque en ellas no se trata de ocultar o mutilar la verdad histórica ni de adoctrinar, sino de formar en vuestras cabecitas unos esquemas mentales con los que conozcais los procesos históricos claves.
Pero no seais ilusos: hay muchos pseudo-historiadores por ahí que a diario utilizan la Historia para sus propios intereses, para justificar su posición ideológica o política.
El peligro de la Historia radica en la trampa de la subjetividad, en que casi todo el conocimiento histórico está abierto a la opinión. Como sabeis, el objeto de esta disciplina no es únicamente conocer los hechos, sino también darles una interpretación. De ahí que algunos afirmen que la Historia es una materia subjetiva, sentencia totalmente falsa ya que ello significaría la total inutilidad de esta materia -y yo me puedo deprimir a veces, pero nunca me sentiré un inútil por enseñar Historia-. Si creemos en su utilidad, es porque existe un conocimiento histórico aceptado por los especialistas, que se puede distinguir claramente de otras opiniones alejadas de la ciencia histórica.
Escribo todo esto porque en los últimos años ha aparecido una serie de "opinantes de la historia", encabezados por Pío Moa, que se autodenominan historiadores, algunos de los cuales han sido bautizados como miembros del movimiento "revisionista" histórico, que viene a ser el desmantelamiento de las interpretaciones aceptadas por la gran mayoría de historiadores serios, cuyo objeto de estudio fundamental es la historia del siglo XX español, y su fin, la justificación de la dictadura franquista y la condena de la izquierda ideológica y políticamente.
Si alguno de vosotros se pregunta: ¿por qué es más seria, más científica, la acepción "oficial"? ¿Cuál es el elemento que diferencia la objetividad de la subjetividad, el conocimiento de la opinión? Bien, es fundamental el acceso y uso de las fuentes históricas adecuadas, pero el elemento clave es algo tan sencillo como la intencionalidad del historiador. La objetividad histórica suele estar con quienes utilizan el pasado para comprender el presente, y no con quienes lo utilizan para justificar su postura ideológica-política. La Historia no es, no debe ser, un medio para justificar una ideología determinada (esa era la utilidad que se le dio bajo muchos regímenes dictatoriales).
Lógicamente, es imposible alcanzar una objetividad total en esta disciplina, pues ésta es obra de seres humanos y, como hemos mencionado antes, es algo abierto a opiniones y discrepancias (mucho más que las matemáticas, por ejemplo). Pero eso es una cosa, y otra muy distinta la utilización consciente de los sucesos pasados al servicio de la posición ideológica del "historiador". La intención es la clave. La Historia es una disciplina que se encuentra por encima de afinidades políticas, no deis crédito nunca a quien la degrade colocándola por debajo de ellas, "a su servicio".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente cierto lo que has dicho. La historia no debe ser utilizada para justificar o descalificar posiciones ideológicas actuales, en todo caso debe servir para tratar de entender de dónde vienen, su origen y evolución hasta nuestros dias.
Los acontecimientos histórocos deben ser entendidos en el contexto en el que surgen; no podemos caer en la simpleza de trasladar al siglo XXI lo sucedido en los anteriores y mucho menos debemos convertir la historia en un cuento maniqueo de "buenos" y "malos". Los que hacen eso simplemente no han entendido esta disciplina y nunca serán capaces de comprender lo fascinante que resulta descubrir y analizar la multiplicidad de causas que hay detrás de cada acontecimiento histórico y las transformaciones que a raiz de dicho acontecimiento pueden llegar a producirse... ellos se lo pierden.

Daniel Ventura dijo...

Gracias por inteesarte en el blog y por tu comentario, Fonso...
creo que te conozco de algo, ¿no?